martes, 9 de octubre de 2012
Tras el 25-S, es imprescindible trabajar por un Nuevo Proceso Constituyente. II ASAMBLEA ESTATAL DE CONSTITUYENTES (sábado 13 de octubre en Madrid).
” Hay que tener contenido en una revolución, en esto consiste el trabajo. Así que os animo a que hagáis un proyecto sobre el futuro que queréis tener, ser apasionados y creer que es posible”.
(De la entrevista a Birgitta Jónsdóttir del Partido Pirata de Islandia
publicada por Diagonal.
El 25S, el 26S y el 29S decenas de miles de personas salieron a la calle
para demandar el inicio de un nuevo proceso constituyente, una solución democrática ante la situación actual. Mientras tanto, el Congreso recibía los Presupuestos del 2013, una auténtica bomba de austeridad piramidal contra el pueblo que se manifestaba. Se nos ha cargado con una inmensa deuda ajena, proveniente de los bancos, y se nos roban derechos sociales, laborales y nuestros servicios públicos para pagarla. Los políticos que han permitido esta estafa no están cumpliendo con su función de representarnos, lo cual queda aún más patente cuando intentan criminalizar la protesta social y usan la violencia contra manifestantes pacíficos.
La Constitución Española de 1978 reconoce que la soberanía nacional reside en el pueblo, pero no establece un mecanismo para que el pueblo controle que sus representantes le estén representando de verdad, y permita devolver la soberanía a su legítimo dueño en caso de que no lo hagan. Eso sitúa a la actual constitución como antidemocrática.
Además, no existen posibles formas de democracia directa/participativa, como los referéndums vinculantes para preguntar a la ciudadanía cómo se debe gobernar el país. Parece que el voto cada cuatro años, contabilizado con una ley electoral muy regresiva, es un cheque en blanco para los partidos, que se amparan en mayorías parlamentarias para romper sus promesas sin ningún tipo de vergüenza.
La Constitución actualmente vigente, en definitiva, ni es un instrumento útil para hacer efectiva la voluntad popular, ni sirve para proteger y defender nuestros derechos más básicos ante los embates de un capitalismo financiero que amenaza con convertir nuestras vidas en aquello que conviene a sus estrictos intereses.
Por este motivo es necesario abrir un nuevo proceso constituyente que establezca las nuevas reglas económicas y políticas que el pueblo defina de forma directa.
Las Asambleas Ciudadanas Constituyentes.
Nacieron el 17 de diciembre de 2011, desde el 15-M, con la intención de promover un proceso constituyente verdaderamente participativo y desde la ciudadanía. Un buen número de ellas se han creado desde entonces en diferentes puntos de la geografía. Las asambleas realizan un proceso de formación, debate y difusión sobre qué es un proceso constituyente y cómo podría ser uno en nuestros territorios.
Los Procesos Constituyentes.
Hasta hace pocos años iniciar un proceso constituyente implicaba iniciar una revolución social, y emplear la fuerza para deponer al régimen por quien el pueblo se sentía oprimido.
Sin embargo, en los últimos tiempos, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Túnez o Islandia son referentes de procesos constituyentes completamente pacíficos y que han logrado redactar sus constituciones de forma participativa. En los cuatro casos el proceso ha sido precedido por momentos destituyentes masivos bajo diversas formas. Ello ha supuesto una mejora sustancial de la calidad de la democracia y la justicia social respecto al sistema anterior.
Por todo ello, invitamos a todas las personas interesadas, a todas las asambleas y movimientos sociales, a participar en el trabajo de construcción de la nueva sociedad que acordemos de forma horizontal, mediante el establecimiento de los necesarios canales de participación popular a través de las asambleas físicas y con el apoyo de las nuevas tecnologías de comunicación.
Así pues recuerda:
II ASAMBLEA ESTATAL DE CONSTITUYENTES
Sábado 13 de Octubre, desde las 10:00 h. (y hasta la manifestación del 13-O).
En el Centro Social Autogestionado “La Tabacalera” de Lavapiés, sito en la
C/ Embajadores 53 MADRID (Metro y cercanías: Embajadores).
• Para más información en la Web Oficial
• Para seguir el Evento de FaceBook:
• Y para seguir en Twitter los hastags:
#AsambleasConstituyentes
#SomosPoderConstituyente
lunes, 1 de octubre de 2012
El sábado 13 de octubre tienes una cita.
Artículo original en la web de Constituyentes.
Hace muy poco era una idea. Hoy esa idea se ha hecho gente, jóvenes, abuelos, niños, mujeres, trabajadores, pueblo.
Ya se escucha fuerte el grito de la calle que exige una nueva Constitución.
La represión no podrá detener una marea ciudadana que empieza a rugir y que pronto se abrirá paso incontenible.
Los pueblos de España no quieren una Constitución hecha por unos pocos.
Una Constitución Democrática debe ser el resultado de un
proceso de creación social, es decir de un Proceso Constituyente
Ciudadano.
Un PROCESO CONSTITUYENTE CIUDADANO,
hecho desde abajo. Donde todos podamos participar y expresarnos,
Donde deben emerger aquellos valores y principios que queremos
para nuestras vidas . Donde el pueblo desarrolle su poder
constituyente y proyecte un futuro compartido.
Un PROCESO CONSTITUYENTE CIUDADANO, hecho por todos y todas. Donde podemos acudir como iguales, ,
hecho de calle, de poder del pueblo, de paz, de solidaridad, de
cercanía local, física y emocional, de organización horizontal,
de escuchar a los demás, de vivencia de una realidad democrática.
Porque esta vez no dejaremos que el futuro sea
secuestrado por una elite poseedora de privilegios políticos y
económicos llamamos a dar los siguientes paso organizándonos en
todo el Estado.
LA TAREA DE HOY ES ORGANIZAR EL PODER CONSTITUYENTE
TE ESPERAMOS EN LA II ASAMBLEA ESTATAL DE CONSTITUYENTES
MADRID, SABADO 13 DE OCTUBRE
10 HORAS. LA TABACALERA
C/EMBAJADORES 53, LAVAPIÉS
viernes, 14 de septiembre de 2012
Como ya es hora del rescate ciudadano, el 15-S nos manifestaremos en Madrid.
Acto Público en Atocha (Cuesta Moyano)
a las 10,30 de la mañana
y MANIFESTACION final a las 12,00 en la Plaza de Colón.
El 15-S en Madrid tendrá lugar una gran marcha
organizada por la llamada Cumbre Social,
que partirá finalmente con dos columnas:
Una más oficial que sale de Nuevos Ministerios y
otra más crítica con el bloque de movimientos alternativos
que saldrá desde Atocha (Cuesta Moyano),
tras el acto público que tendrá lugar
a las 10,30 de la mañana.
Ambas columnas confluirán en la Plaza de Colón
a las 12 del mediodía.
Acompaño a continuación el comunicado unitario
suscrito por organizaciones como la CGT,
Redes Cristianas,
Ecologistas en Acción,
Izquierda Anticapitalista,
Cristianos/as de Base
Juventud Sin Futuro,
o la Coordinadora Estatal Feminista
entre otros…
Llamamiento a las movilizaciones y por la Huelga General
La mayoría de la población -el 99%-, especialmente la clase trabajadora y los colectivos sociales más desfavorecidos, estamos sufriendo un brutal y descarnado ataque a nuestros derechos laborales y sociales debido a una crisis inducida y generada por aquellos que nos la quieren hacer pagar. Esta crisis, más allá de económica, es sobre todo una crisis social y ambiental que profundiza en las relaciones patriarcales y de dominación.

Nos negamos a pagar una crisis social, laboral, medioambiental, económica, una crisis del sistema que conlleva un recorte brutal de las prestaciones y los derechos básicos para pagar una deuda ilegítima que no reconocemos, una deuda que el pueblo no ha generado. Nos negamos a aceptar la gran estafa que se está acometiendo con la excusa de la crisis económica.
Rechazamos las imposiciones antidemocráticas que están realizando el FMI, el BCE y la UE para salvar la banca y a los banqueros y exigimos el cierre de los casinos financieros. Rechazamos a la Unión Europea como institución impulsora de las políticas neoliberales.
Es la hora de la movilización permanente, de la ocupación de los espacios públicos, es la hora del conflicto social, de la Huelga General, de gritar basta a tanta injusticia social, es la hora de luchar por la dignidad y el futuro, de repartir la riqueza que generamos e impedir que se apropien de ella una minoría de privilegiados -el 1%-.
Es la hora de sentar las bases de un nuevo sistema alternativo al capitalismo, un modelo social diferente y autogestionario donde las necesidades de las personas sean el centro y la medida de todas las cosas, y establecer relaciones igualitarias entre todas las personas independientemente de su identidad sexual, origen o su situación administrativa. Es la hora del rescate ciudadano.
Por ello, proponemos la aplicación de una serie de medidas que den respuesta a las verdaderas necesidades de las personas y pongan fin a las leyes y decretos dictados desde el gobierno:
Retirada de toda la legislación y reformas aprobadas contra los derechos de la población (Laboral, Negociación Colectiva, Pensiones, Reforma Constitucional, Extranjería, Aborto...)
Protección económica suficiente a los millones de personas desempleadas.
Protección ante los desahucios. Moratoria hasta la salida de la crisis y programa social de acceso a la vivienda.
Reparto del empleo, reducción de la jornada laboral, reducción de la edad de jubilación.
No a las privatización de los Servicios Públicos: Sanidad, Educación, Transportes...
No a los recortes sociales y laborales. Ampliación garantía de acceso universal a los servicios públicos con y sin papeles.
Implementación y desarrollo de las ayudas a la Dependencia. Reparto del trabajo de cuidados.
Prohibición de los ERE´s, horas extras y destajos y becas que ocultan puestos de trabajo.
Expropiación de las empresas que fueron públicas anteriormente y que prestan servicios básicos a la sociedad (energía, trasporte, telecomunicaciones, agua, etc...).
Reforma fiscal para que paguen más quienes más tienen y aumento de la tributación de las empresas y grandes fortunas. Persecución del fraude fiscal.
Banca Pública bajo control social que permita el acceso a los recursos a las familias de manera económica.
Auditoría de la deuda mediante un proceso participativo bajo control ciudadano como paso previo a la anulación de toda la deuda ilegítima.
Uso del dinero público para la satisfacción de la necesidades personas y no para pagar la deuda o rescatar bancos.
Exigencia de responsabilidades penales a los causantes de la crisis.
Libertad sin cargos para todas las personas enjuiciadas con motivo de su militancia sindical o social. No a la represión y su criminalización.
Su modelo de democracia no nos vale. Apostamos por un nuevo modelo participativo y desde abajo.
Abandono de una política económica encaminada al crecimiento ilimitado y sustitución por otra que se inscriba en los límites de recursos de nuestro planeta.
Afrontar decididamente las crisis energética, climática y de biodiversidad, claves para la supervivencia de millones de personas.
Convocamos a toda la ciudadanía a acudir con nosotras y nosotros a la manifestación estatal del próximo día 15 de septiembre y llamamos a toda la población a rebelarnos contra unas medidas injustas y antisociales a través de la lucha, de la Huelga General y la movilización permanente contra los recortes, el paro y los desahucios.
* Si te ha gustado, COMPÁRTELO y/o VÓTALO:
miércoles, 5 de septiembre de 2012
Plataforma provincial de Albacete en defensa de lo público
Nota de prensa y hoja informativa de la Plataforma provincial de Albacete en defensa de lo público emitida el 5 de septiembre de 2012.
¡NO RECORTES! ¡HAY ALTERNATIVAS!
Plataforma Defensa Servicios Públicos. NOTA PRENSA 05.09 Hoja Informativa No Recortes Hay Alternativas
sábado, 1 de septiembre de 2012
martes, 10 de julio de 2012
lunes, 9 de julio de 2012
Asambleas constituyentes para una revolución ciudadana
Artículo publicado por Rebelión que habla de la Presentación de Constituyentes en Valencia
Por Enrique Llopis
Por Enrique Llopis
El pasado 17 de marzo ciudadanos y organizaciones sociales de todo
el estado se dieron cita en Cádiz, coincidiendo con el 200 aniversario
de la primera constitución del estado español, para convocar a un
proceso constituyente. En la declaración final de la Asamblea Ciudadana
se proclamó que la constitución de 1978 ha quedado “deslegitimada” y se
apeló a la necesidad de un nuevo texto constitucional que, en el marco
de una revolución ciudadana, cambie las vigentes reglas del juego. Según
la página Web “Constituyentes.org”, cerca de 6.100 personas y 85
organizaciones políticas y sociales de todo el estado se han sumado por
ahora a la idea de un nuevo proceso constituyente.
La semana pasada se presentó en el Colegio Mayor Luis Vives la
Asamblea Constituyente de la ciudad de Valencia. Recuperar nociones hoy
vacías de contenido como “soberanía popular”, “poder de la ciudadanía” o
“acción política democrática” figuraron en la agenda de un acto que
contó con la participación del catedrático de Derecho Constitucional de
la Universidad Complutense y asesor de las Asambleas Constituyentes de
Ecuador y Bolivia, Antonio de Cabo; el profesor de Derecho
Constitucional de la Universidad de Extremadura, Albert Noguera; la
catedrática de Derecho Público de la Universidad de Islandia, María
Elvira Pinedo; y el miembro de Constituyentes Valencia, Francesc Ginés.
Antonio de Cabo subrayó en su intervención que nos hallamos en el
estado español “en un punto de no retorno”; “la única salida que nos
queda es que el pueblo tome las riendas y se movilice con una
reivindicación básica: que se vayan todos”; esto es así “porque vivimos
bajo la hegemonía de un sistema totalmente corrupto y que no tiene
solución”. No caben medias tintas. Según el politólogo, “ya no es
posible recuperar discursos que apelen a la vigente constitución
española, por ejemplo, a su contenido social; pues lo cierto es que el
estado social que proclama la constitución del 78 resulta ecológicamente
insostenible y se erige, además, sobre la explotación de los países del
sur”.
De Cabo alertó sobre la inminencia de un gobierno de concertación
nacional, que posiblemente se suscriba a finales de año, con el fin de
“salvar el vigente sistema de partidos”. Aunque encabezado por el PP y
el PSOE, “al acuerdo se sumarían de una manera u otra el resto de
formaciones”. Señales no faltan: el pacto recientemente alcanzado por
los partidos mayoritarios para la renovación del Tribunal Constitucional
o una extensa tribuna del Consejero Delegado de El País, Juan Luis
Cebrián, instando a la entente. “Con el fin de salvar su pellejo nos
dirán que todos unidos podemos salvar la situación; y ese todos significa que todos menos ellos vamos a pagar la factura de la crisis”, explicó el docente.
“Frente a este gobierno de unidad nacional sólo cabe que el pueblo se plante y oponga otro de destitución nacional”.
Ahora bien, “eso será posible únicamente si se movilizan las clases
medias, es decir, el corazón productivo del país, y la gran cuestión es
cómo las atraemos para que se sumen a un cambio político radical”; Según
de Cabo, “si este verano no se llenan las terrazas y restaurantes, si
no llega el turismo, se corre el riesgo de que las clases medias,
sumergidas en una crisis muy aguda, se apunten a la deriva neofascista
que representan personajes como Esperanza Aguirre o Rosa Díez; sin duda,
se les ofrecerán chivos expiatorios, como los inmigrantes. Nuestro gran
reto consiste en impedirlo”.
Autor, junto con otros cinco especialistas del libro “Por una
asamblea constituyente. Una solución democrática a la crisis” (Ed.
Sequitur), Albert Noguera explicó por qué el impulso de un proceso
constituyente representa “la única opción para salir de la crisis”. En
resumen, “porque nos hallamos ante la muerte del reformismo,
entendido como las mejoras socioeconómicas logradas gracias a la acción
del estado; hoy, en cambio, sólo es posible la ruptura”. Partidos
políticos y parlamentos, que en el pasado tenían la capacidad de
promover legislaciones reformistas, “han sido sustituidos en gran medida
por organismos tecnocráticos de carácter neoliberal, con la excusa de
su presunta imparcialidad y de que al no tener, supuestamente,
connotaciones ideológicas, representan al conjunto de los ciudadanos;
pero lo cierto es que a la mayoría de la población se la ha condenado a
mero receptor pasivo de estas políticas”.
Resulta esencial, a juicio de Noguera, que el poder constituyente –o
en otros términos, la nueva legalidad- germine a partir de la sociedad
civil organizada en asambleas, en ningún caso de líderes. “Los
ciudadanos, hoy, no podemos participar ni influir en los órganos de
poder dado que los estados y la Unión Europea los tienen amarrados en
régimen de monopolio”. “Es esto lo que hemos de romper, pero sin
líderes, sin populismos y sin que la acción la lleven a término masas
desideologizadas; lo fundamental es anteponer la lucha de clases y
plantear una batalla netamente anticapitalista”.
Francesc Ginés, miembro de la Asamblea Constituyente de Valencia,
invocó la necesidad de superar el sectarismo y las tradicionales luchas
intestinas en el seno de la izquierda. Y ello, “para centrarse en la
verdadera prioridad, el trabajo pedagógico con vecinos y allegados; no
hay que ser pesimistas pues la misma realidad nos lo va poniendo fácil;
de hecho, cada vez es mayor el número de ciudadanos perplejos ante lo
que ocurre; a pesar de que los medios de incomunicación no nos lo ponen
fácil, hemos de salir a la calle y protestar”. Razones no faltan. Como
subrayó hace poco el historiador Josep Fontana en Valencia, “no sólo
pretenden liquidar el estado del bienestar sino que van aún más lejos:
se han puesto como meta acabar con el estado”.
Ginés subrayó dos vías de acción para cambiar el actual estado de
cosas. El primero, planteado por la coalición Syriza en Grecia, consiste
en presentarse a las elecciones, llegar al parlamento y, desde las
instituciones, intentar forzar los cambios. La segunda metodología
es la que plantean las asambleas constituyentes: derrocar a los
gobiernos desde fuera, planteando una batalla abierta (mediante la
desobediencia civil) entre la ciudadanía y los poderes establecidos.
Como mínimo de reojo, las Asambleas Constituyentes miran
permanentemente a Islandia. Aunque el balance final daría para largas
discusiones, lo cierto es que en los últimos años los ciudadanos
islandeses han visto cómo dimiten gobiernos, la población se niega
mediante referéndum a pagar la deuda contraída por los bancos del país
con entidades financieras británicas y holandesas, se detiene a
banqueros y grandes ejecutivos o los ciudadanos intervienen en el diseño
de una nueva constitución.
María Elvira Pinedo, que ejerce como catedrática de Derecho Público
en este país, subrayó en una escueta intervención por videoconferencia
que en Islandia “no hemos inventado nada nuevo; lo primero es que salga
mucha gente a la calle a protestar; y trabajar mucho, porque nada se
regala; el gobierno que regía antes de la crisis se defendió con uñas y
dientes antes de abandonar; de hecho, no hay que olvidar nunca que una
revolución sólo es legítima y válida en caso de que triunfe”.
En un comunicado hecho público por “Constituyentes” se destaca que
“con la indignación ya no es suficiente”. “Ya no nos representan; ahora
un pensionista, un estudiante o una persona enferma están detrás en el
orden de prioridades del estado español respecto a los acreedores,
entidades financieras y especuladores”. Por eso, exhortan a la apertura
de un proceso democrático que culmine en la convocatoria de una asamblea
constituyente, “en la que todas las personas –el pueblo- decidamos las
reglas del juego con las que queremos vivir”. “Somos ese 99% que mueve
el mundo, somos el verdadero poder y, por tanto, es hora de exigir una
nueva constitución que blinde los derechos fundamentales para una vida
digna de los ciudadanos”, añade la nota.
Las asambleas constituyentes aspiran a hacer efectivo el Artículo 1.2
de la Constitución Española: “la soberanía reside en el pueblo, del que
emanan los poderes del estado”. Pero consideran que ese objetivo
resulta imposible sin romper con las estructuras vigentes: “La actual
constitución está funcionalmente obsoleta, además de ser ilegítima por
antidemocrática, ya que no fue redactada por representantes directa y
expresamente electos por el pueblo para tal cometido, es decir, mediante
unas cortes constituyentes”. Añade el comunicado que la constitución de
1978 “cierra en el artículo 10 cualquier posibilidad real de cambio
constitucional, pues el procedimiento llamado cláusula de intangibilidad implícita hace materialmente imposible su reforma; por tanto, hay que saltarse esos cerrojos”
y mediante mecanismos de participación popular, activar un nuevo
proceso constituyente, como ocurrió en 1990 en Colombia o más
recientemente en Islandia.
Aunque no existen fórmulas mágicas ni recetas exclusivas, en
los procesos constituyentes se distinguen habitualmente tres fases: la
convocatoria de un referéndum para la activación del proceso; la
elección democrática de los miembros de una Asamblea Nacional
Constituyente, con la tarea de redactar la nueva constitución; y un
referéndum final de aprobación. ¿Son estos procesos una utopía? “No”,
responden fuentes de las asambleas constituyentes.
“Los cambios de las constituciones se cuentan por decenas a lo largo
de la historia y han sido impulsados por el propio pueblo; en los
últimos años, Colombia (1991), Venezuela (1999), Bolivia (2007), Ecuador
(2008) y ahora Islandia y Túnez (ambos países en pleno trabajo de la
asamblea constituyente); en Chile una amplia y activa plataforma exige
una nueva constitución”. “Es, justamente, la capacidad de imaginar estos
escenarios posibles, un factor clave para el cambio en las conciencias
que lleve a una más favorable correlación de fuerzas”, concluyen
invitando a la esperanza.
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